Los tratamientos de bruñido y ramado aceleran la formación de una capa natural superficial, peculiaridad que ocurre en las superficies de aleaciones metálicas que contienen cobre confiriendo al metal su aspecto típico.
La presencia de esta capa en la superficie del perfil se convierte en su inmejorable y longevo escudo protector garantizando al metal una muy elevada durabilidad en el tiempo.
El aspecto y las tonalidades cromáticas que se van formando en la superficie del perfil afectado por la formación de esta capa protectora es variable y muda constantemente a lo largo del tiempo en función de su exposición hacia el sol, de las condiciones climáticas y los agentes atmosféricos pertenecientes al lugar geográfico de su puesta en obra.